
El pomo de la puerta rechinó levemente. El efecto de los años, o tal vez de la oxidación, eran evidentes pero ahora no era el momento de lubricarla. Adelantó un paso tímido y cuando hubo comprobado la presencia de su madre, deslizó el segundo pie, acompañando su gesto de una sonrisa temerosa.
Johari Gautier Carmona
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