viernes, 2 de noviembre de 2007

VILLA MIRILLA


María abrió la puerta de casa de Jesús como pudo, con una sola mano, iba cargada con la compra de toda la semana. En ella también llevaba croisans de chocolate, eran los preferidos de Jesús y había pensado que a esa hora todavía no habría desayunado.
Mar de Borja

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