viernes, 2 de noviembre de 2007

EL OLOR DEL RECUERDO

Ella olía a menta..., o al menos eso era lo que le habían hecho creer los hombres que pasaron por su vida.
Sin embargo, no sabía aún el por qué, cuando prestaba atención y se dejaba caer muy dentro de su propio abismo, le llegaba un rancio olor a madera húmeda.
Cristina Dicuzzo

1 comentario:

Isabel V. dijo...

Me ha encantado tu relato.
Curiosamente a mí los hombres me decían que olía a rancia madera húmeda, pero al atreverme a explorar mi propio abismo, me ha llegado un exquisito olor a menta